No hubo ojos iguales a sus ojos, mirada tierna, calmada, inspiradora y llena de luz 2000-2020
Un 25 de Diciembre del año 2000, a la puerta de un nuevo milenio, nació un niño que traía en sus manos una tremenda misión para hacer notar una población poco visible en la sociedad dominicana.
Sebastián de Jesús Rodríguez Despradel, al nacer fue impactado por la Parálisis Cerebral, condición que inspiró e impulsó a su familia para iniciar un emprendimiento social en beneficio de una población poco atendida del sector discapacidad. Es ahí la gran obra de este ser de luz, que hoy conocemos como la Fundación Nido para Ángeles.
Hoy 26 de Junio, Sebastián ha partido a un plano superior, dejando un enorme vacío en su familia, amigos, personal que trabaja en la Fundación y familias beneficiarias de los servicios que se ofrecen. Sin embargo, deja un compromiso en cada uno de nosotros para continuar su obra en pos de “contribuir al bienestar, independencia y autonomía de niños, niñas y jóvenes con Parálisis Cerebral, a través de los programas de Educación, Medicina Física y Rehabilitación, desde una perspectiva de derecho, integridad e inclusión familiar”.
La Gran familia Fundación Nido para Ángeles, unida por un eslabón indivisible de temple, fortaleza e inspiración vive una profunda pena en estos momentos, pero convencidos de que el legado que Sebastián nos deja preservará como homenaje a su vida, a su silencio educador, a su alta voz sin sonido, a su capacidad de inspirar a quienes estuvimos cerca, a su entrega inigualable y a su sacrificio por la población con Parálisis Cerebral.